Nunca hay que olvidar los orígenes, para siempre valorar el camino recorrido y lo aprendido (cosa de lo que no hay que parar nunca, de aprender). Esta fotografía la tomé desde la azotea de mi casa (abajo a la izquierda se puede ver San Juan y La Fortaleza).
Esta fotografía fue tomada en 2007 y como digo, es mi primera fotografía de tormentas con una cámara seria (había hecho intentos anteriormente con alguna compacta, pero nunca salió nada decente).
Realmente mi profesión de fotógrafo deriva de mi pasión por la fotografía astronómica y meteorológica (una cosa lleva a otra y…).
En fin, evidentemente la foto no es ninguna maravilla, pero sí es parte de mi historia y quería compartirla con todos vosotr@s.
Feliz Lunes 🙂